La realización de un mapa cultural y espiritual del Bajo Marañón elaborado por Radio Ucamara (Nauta, Loreto) con la colaboración de WCS (Wildlife Conservation Society) ya está llegando a su conclusión. Se espera que esté publicado en formato digital antes de que finalice el año y se encuentren los medios para su edición en papel el año próximo. El mapa nace con la intención de convertirse en una poderosa herramienta que ayude a ver, entender y considerar el río Marañón y sus afluentes como territorio, y no únicamente como vía fluvial, para una mejor defensa frente a sus amenazas, entre ellas las negativas consecuencias de la actividad petrolera y el proyecto de la hidrovía.  

AUTORIDADES DE COMUNIDADES Y EQUIPO DE RADIO UCAMARA CON LOS MAPAS QUE HAN ELABORADO EN EL TALLER

Leonardo Tello, director de Radio Ucamara, es tajante: “no podemos permitirnos el lujo de seguir equivocándonos, son nuestras vidas las que están en juego con la del Río”. Se refiere a los estudios, iniciativas y toma de decisiones que desde los diferentes organismos públicos, privados o no gubernamentales se realizan sobre el río Marañón. Considera que éste está en peligro y que dos son sus principales amenazas, la explotación petrolífera y el Proyecto de la Hidrovía Amazónica.

LEONARDO TELLO (DE ROJO) CON RAUL TINOCO (WCS) Y RITA MUÑOZ (izda) Y MARI TELLO (dcha)  ambas de RADIO UCAMARA 

Radio Ucamara nació en 1992 con el nombre de la Voz de la Selva y en 2006 cambió su nombre al actual (acrónimo de Ucayali y Marañón). Centra el núcleo de su trabajo en los temas indígenas, especialmente kukamas. Todos sus componentes, un total de cinco en la actualidad, pertenecen a esta etnia. La radio no está emitiendo en la actualidad su programación habitual de carácter informativo y musical (que también incluye programas en lengua kukama) debido a una avería en su radioenlace. Paradójicamente, este infortunio hace que sus componentes estén más activos que nunca en el resto de proyectos que desarrollan, videoclips de diferentes estilos en lengua kukama, recogida de cuentos kukamas, edición de libros y su proyecto de mapeo del Marañón entre otros. Todos ellos persiguen tres grandes objetivos: la denuncia de los problemas sociales y medioambientales, la preservación de la lengua kukama y la conservación de su memoria y cultura.  

Con este último objetivo trabajan desde hace cuatro años en la elaboración de un mapa de la realidad material y espiritual de la cuenca baja del río Marañón. La primera parte del proyecto ha consistido en la realización de varios encuentros con representantes de las comunidades locales en talleres de los que salieron los mapas a mano alzada del río y sus accidentes. Posteriormente el equipo de radio Ucamara y WCS ha recorrido el río desde la comunidad de Esperanza a orillas del Amazonas hasta Monterrico en el límite de la provincia de Loreto y Alto Amazonas para georefenciar cada evento señalado en los talleres.

La primera salida a campo fue a Leoncio Prado en el distrito de Parinari, una comunidad nativa de algo más de 400 habitantes que se puede considerar afortunada al contar con posta médica y escuela de secundaria y que se encuentra en una isla justo frente a la entrada de la Reserva Natural Pacaya Samiria. Leoncio Prado es la típica población kukama que vive en al ritmo del río alternando los periodos de creciente y vaciante. En la época de lluvias, entre noviembre y abril, no hay calles sino canales. En verano las aguas se retiran y las calles son de tierra y se puede cultivar en las chacras que rodean la población. Esta dinámica temporal del río hace de los kukamas un pueblo con un profundo conocimiento del río y que éste sea una inapreciable fuente de inspiración para estudiar estrategias y sinergias en ecosistemas hidromórficos.

MORADORES DE LEONCIO PRADO IDENTIFICAN PUNTOS EN EL MAPA

La colaboración de la ong ambientalista WCS, promotora ademas de una iniciativa llamada Aguas Amazónicas que busca resaltar la importancia de la Amazonía como el sistema acuático más grande del mundo y no sólo como bosque tropical, permite que el Mapa Cultural, Espiritual y Territorial de las comunidades asentadas en el río Marañón, con la finalidad de conocer las relaciones entre el río (medio natural) y las comunidades (territorio) esté próximo a ser una realidad. El testimonio de los habitantes de cada zona, obtenido en los talleres y en las salidas a campo,  hace aflorar realidades a las que no se les presta atención desde las administraciones y que los nativos prefieren explicar a su manera como hacían en los tiempos del caucho, cuando la aniquilación de la población fue tal, y de tal crueldad que no había palabras para describirla y se hubo de recurrir al mito. El del pelacaras, por ejemplo, seres que surcan el río haciendo mal y cuya presencia es mayor en las comunidades más cercanas a la ciudad de Nauta y que podría enmascarar desde la trata de personas al tráfico de órganos humanos. Otro de los eventos señalados es la presencia de posesiones diabólicas en adolescentes y niños, hasta en seis comunidades se han dado varios casos entre el año pasado y el presente, algo que no puede dejar de relacionarse con el alto índice de suicidios entre jóvenes de la etnia Kukama, pero que es imposible relacionar debido a la falta registros del Ministerio de Salud (MINSA).

ENTREVISTA A MORADORA DE LEONCIO PRADO

Problemas mejor conocidos también están registrados en el mapa. Los derrames de petróleo implican una amenaza a la salud de los habitantes, 2016 fue un año negro con más de 13 derrames por rotura del Oleoducto Norperuano, ocho de los cuales se produjeron en el área que recoge el mapa. La presencia de metales pesados y THP (hidrocarburos totales de petróleo) en las aguas de los ríos y quebradas afectan la salud de los moradores que han de consumirlas la mayor parte del año, cuando no hay lluvia que beber, y en la que se bañan y lavan sus ropas. Las aguas contaminadas también afectan a la pesca, la mayor fuente de proteínas de la población.

LA PESCA ES LA PRINCIPAL FUENTE DE PROTEÍNAS PARA LOS RIBEREÑOS

La actividad petrolera está modificando el estilo de vida de esta parte del río. Una sociedad constituida por hombres asalariados corre el riesgo de ir perdiendo los conocimientos de su relación con el entorno, el bosque y el río, y de perder una cultura ancestral como casi se pierde su idioma.  

El mapa también registra la ubicación de las cochas que son lagunas que se forman junto al río cuando éste cambia su curso, algo que sucede cada cuarenta años más o menos, y son ricas en todo tipo de vida siendo el principal sustento alimenticio para la población. Para el pueblo kukama cada cocha tiene su madre que cuida de todos los seres que la habitan. Hay madres bien protectoras que evitan que los pescadores lleguen a su seno provocando grandes tormentas cuando se acercan, son las cochas vírgenes. Las hay que permiten al pescador que las descubre que se abastezca en ellas, pero si comparte la información huyen por los ríos subterráneos seguidas de sus protegidos y ya no se vuelve a encontrar pesca en ellas, son las cochas encantadas. También están las pozas, lugares de mayor profundidad y riqueza, las muyunas, sus entradas, las ciudades sumergidas, los barcos fantasmas y un sin número de lugares que componen la geografía kukama.

UN CIRCULO EN EL AGUA ES UNA MUYUNA, UNA ENTRADA A LAS CIUDADES SUMERGIDAS

Georeferenciar todos estos lugares es al mismo tiempo una preservación de la memoria kukama y una herramienta política con la que demostrar que el territorio que ocupa el río está lleno de vida y proporciona una nueva a aquellos que han desaparecido en sus aguas.  

Lo explica Armando Mercado, coordinador de proyecto en WCS: “generar el Mapa Cultural, Espiritual y Territorial de las comunidades asentadas en el río Marañón es una forma de conocer las relaciones entre el río (medio natural) y las comunidades (Territorio), o dicho de otra forma la representación por los pobladores nativos de su espacio y los seres que habitan ambos espacios, dando al río ese rol vital y territorial en su relación con las comunidades como un espacio para vivir, aprender, compartir y transmitir”.

LOS RIBEREÑOS DEPENDEN COMPLETAMENTE DEL AGUA DEL RÍO, DONDE SE ASEAN Y LAVAN SU ROPA

Por ejemplo, cuando alguien cae al río sin que aparezca su cuerpo, es porque ha ido a vivir a alguna de las ciudades sumergidas. Los bancos, como se conocen a los chamanes en la cultura Kukama, pueden mirar dentro del río y ayudan a los familiares a recibir en sueños la visita de sus desaparecidos. Hay más muertos en el río, los pueblos se sitúan a sus orillas y éstas van desapareciendo a base de desbarrancamientos. Los kukamas creen que éstos se producen cuando la madre está molesta y araña la tierra, de forma que los pueblos han de cambiar de ubicación cada cierto tiempo. Casas, colegios, iglesias, chacras… todo es devorado el río, también el cementerio. El descanso eterno no existe en el río, un ser vivo en constante transformación.  

EL BARRANCO SE LO LLEVA TODO. SE ESTIMA QUE CADA CUARENTA AÑOS EL RÍO CAMBIA COMPLETAMENTE SU CURSO

Este carácter vital del río es el que parece no entender el Proyecto de Hidrovía Amazónica consistente en dragar parte del río en una franja de unos 30 metros de ancho en su centro para facilitar la navegabilidad de buques de gran calado y capacidad de carga desde Manaos en Brasil a Yurimaguas en Perú, atravesando los ríos Amazonas, Ucayali, Marañón y Huallaga. Ya está construida la carretera entre Yurimaguas y Paita, el puerto de salida al Pacífico y otras infraestructuras necesarias para su funcionamiento.  

Para que la hidrovía sea funcional es necesario mantener activo el dragado en los 13 malos pasos de los ríos de forma permanente. A pesar de que existe un estudio de impacto las voces más críticas con el proyecto no creen que remover el lecho del río vaya a ser inocuo. Gracias a la presión de las comunidades las autoridades realizaron un proceso de consulta previa entre marzo y septiembre de 2015 y culminó el día 22 de dicho mes con un acuerdo entre los representantes acreditados de los pueblos indígenas y el Ministerio de Transportes y Comunicaciones discutido por otros representantes y líderes indígenas. Mariana Montoya, directora de WCS en Perú aboga por la necesidad de disponer de buenos estudios de impacto ambiental, que realmente sirvan para decidir si un proyecto es viable o no y como puede hacerse de la mejor manera.

LUIS SANCHEZ, APU DE LEONCIO PRADO, CON RAÚL TINOCO DE WCS Y MARI TELLO Y RITA MUÑOZ DE RADIO UCAMARA

El proyecto completo contempla la visita de más de cien comunidades para cubrir la cuenca baja del Río Marañón que incluye territorios en los distritos de Nauta, Parinari y Urarinas. Aún hace falta que se sumen más apoyos a Radio Ucamara y WCS para poder imprimir los doce mapas sobre los que se han trabajado y repartir en las comunidades para sus moradores sientan el orgullo de pertenecer a uno de los espacios claves para la conservación del planeta. Con el mapa completo Leonardo espera tener una poderosa herramienta que argumente la necesidad de protección del río y que pueda servir de ejemplo a otras cuencas como las de Madre de Dios, Tigre o Pastaza amenazadas por problemas como la minería ilegal de oro, la tala indiscriminada o los monocultivos y tráfico de tierra asociados a los mismos.  

OTRO DE LOS MITOS DEL RÍO ES EL DE LOS BARCOS FANTASMAS CUYO ORIGEN SE ENCUENTRA EN LOS AÑOS DEL CAUCHO